sábado, 18 de octubre de 2014

PLAN DE CHOQUE EN SEGURIDAD, ES CRITICADO POR LOS CALEÑOS


SEGÚN LOS CUESTIONAMIENTOS, NO SE ATIENDEN LOS PROBLEMAS DE FONDO.
Las llamadas medidas de choque que implantará la Policía para atacar los delitos y la violencia en Cali siguen sin convencer a líderes de diversos sectores, que insisten en que se deben trabajar los problemas sociales de fondo. 

El personero Andrés Santamaría dijo que los planes de choque son coyunturales cuando se han tenido crisis de violencia en Cali, “inclusive, en administraciones pasadas el Presidente despachó desde Cali una semana. Pero no son un ejercicio a largo largo en seguridad”. 

Añadió que Cali es una ciudad con 150 mil víctimas del conflicto y mientras no haya una intervención activa de acciones sociales no habrá disminución del crimen. 
Jesús Darío González, coordinador del Observatorio de Realidades Sociales de la Arquidiócesis, expresó que estos planes operan por unos días y atacan parcialmente el problema, “cuando se anuncian los planes de choque los grupos delincuenciales se van a descansar o se trasladan a otra parte y cuando termina la intervención, no queda nada articulado”. 

Este año han muerto de manera violenta 1.170 personas en Cali. 
Juan Manuel Garcés, director del Centro de Prospectiva, declaró que cada vez menos la comunidad cree en estos planes. “En Cali lo que hay que mejorar son los indicadores socioeconómicos”, dijo.

Para la concejal Clementina Vélez, el plan de choque tendrá los mismos efectos que en Buenaventura. “Estos planes decoran el problema. Lo importante es que la Nación apoye proyectos sociales, porque los jóvenes están haciendo 'la vuelta' por falta de trabajo y educación”.

Comunidad incrédula con anuncios 
Para Liliana Sáenz, edil de la Comuna 21, una de los sectores más afectados en materia de seguridad, estos planes de choque no generan cambio en la situación. “Lo aplican porque se vienen presentando crímenes en zonas visibles de la ciudad, pero hace poco en la comuna asesinaron a varias personas, entre ellas a varios menores, y no pasó nada. Esto es un anuncio mediático”, dijo. 

Intervendrán 102 puntos de Cali 
Willian Sánchez, comandante operativo de la Policía de Cali , aseguró que el plan de choque obedece a un diagnóstico de inteligencia en el que se han detectado los ‘puntos calientes’ de violencia en Cali. “El plan busca minimizar los indíces de inseguridad que se incrementan en los últimos meses del año”. 

Añadió que se atacarán, principalmente, seis delitos: homicidio, hurtos de celulares, microextorsión, microtráfico, contrabando y minería ilegal. “Estos ‘puntos calientes’ se encuentran por toda la ciudad, algunos de ellos están en el centro de Cali”, dijo.

En total se intervendrán 102 puntos estratégicos en la ciudad. Laura Lugo, secretaria de Gobierno de Cali, sostuvo que el plan de choque será por tres meses y ya se tienen identificadas las bandas delincuenciales que se perseguirán. 

“Vamos a atacar el problema de mayor a menor, para que no impacte en los barrios”, dijo.

La funcionaria añadió que esta intervención también estará acompañada de acciones sociales. “Son medidas que urge Cali en materia de seguridad”. 

¿Un favor político detrás del polémico contrato sobre el Parque de la Salud de Pance?


El abandono estatal y la falta de civismo de algunos ciudadanos ya no son la única amenaza para el Ecoparque de la Salud de Pance, el principal pulmón verde y el mayor centro recreativo de Cali. A esos dos flagelos se estaría sumando ahora la politiquería, a juzgar por un polémico contrato que la Gobernación del Valle acaba de adjudicar silenciosamente y que deja la administración de dicho parque en manos de particulares.

La historia comenzó el pasado 16 de septiembre cuando Corpocuencas –entidad de la Gobernación que se encarga del manejo de las cuencas hidrográficas en el Valle – firmó el contrato de comodato 0575 con la Fundación Ecológica Ambiental Pacha Mama.

Según los términos de ese documento, la mencionada Fundación recibirá el Parque de la Salud bajo la figura de “préstamo de uso” para que se encargue de su cuidado por los próximos cinco años.

En teoría, la actuación de la Administración Departamental en este acto jurídico no tiene nada de extraño ni cuestionable. Y, teniendo en cuenta que el Parque de la Salud presenta un preocupante estado de deterioro, adjudicar su manejo a una entidad capaz de recuperarlo es el anhelo de los miles de caleños que lo visitan cada fin de semana.

Pero El País se dio a la tarea de investigar sobre el origen, la experiencia, la capacidad operativa y el ‘músculo financiero’ de la entidad que tomará el manejo del Ecoparque desde el próximo 4 de noviembre, y encontró una serie de dudas que ponen en entredicho esas buenas intenciones.

La Fundación Ecológica Ambiental Pacha Mama nació y opera desde el año 2006 en el municipio de Roldanillo, que está situado a más de 150 kilómetros del Parque de la Salud de Pance.

Su representante legal es Norberto Raigosa Rodríguez, un catedrático que conjuga en dicho proyecto dos de sus grandes pasiones: las causas ambientales y el amor por el arte, especialmente la pintura y la poesía.

Pacha Mama maneja en Roldanillo un pequeño ecoparque de tres hectáreas de extensión que funciona en una finca de propiedad de Raigosa Rodríguez. Allí éste creó una “escuela ecológica, artística y ecoturística” que opera como un sitio para realización de eventos, un espacio de formación sobre temas ambientales y eventualmente como un modesto hotel.

Parte de sus instalaciones están en venta desde el pasado mes de julio, según lo demuestra un anuncio clasificado publicado en internet.

La Fundación Ecológica Ambiental Pacha Mama ha participado en la formulación de políticas ambientales en Roldanillo, e incluso llegó a ser beneficiaria del proyecto Delco, una iniciativa que el Ministerio de Comercio ejecutó entre el 2008 y el 2013 para apoyar mipymes en cinco regiones de Colombia, entre ellas el norte del Valle.

Pero más allá de esas iniciativas y actuaciones, no acredita en su hoja de vida ninguna experiencia como administradora o ejecutora de proyectos ambientales de gran envergadura.

(Vea aquí el video promocional de la Fundación Ecológica Ambiental Pacha Mama en Roldanillo)

Fue a esa pequeña institución a la que la Gobernación del Valle le entregó la responsabilidad de manejar un parque de 61 hectáreas de extensión al que llegan en un fin de semana promedio hasta 40.000 visitantes, el cual hace parte de la mayor reserva ambiental de Cali, y por donde corre uno de los más preciados activos naturales de la ciudad: el río Pance.

Y lo hizo con base en una propuesta de una sola hoja en la que no aparece ningún tipo de metas o indicadores concretos que permitan medir dentro de cinco años si se cumplieron los objetivos del contrato.

(Lea aquí la propuesta de la Fundación Pacha Mama para administrar el Ecoparque de la Salud)

¿Cómo lo hará? ¿De dónde saldrán los recursos para operar el Ecoarque de la Salud y corregir su deterioro? ¿Cuál es la inversión que tiene prevista y su cronograma de ejecución? En entrevista con El País, Norberto Raigosa no pudo entregar respuestas concretas a estos y otros interrogantes.

“Hacemos almuerzos, eventos, pero ahora nos podemos medir a lo del ecoparque porque tenemos la capacidad administrativa, la experiencia y la formación ecológica para desarrollar un buen trabajo. No somos millonarios, pero sí contamos con recursos para empezar a trabajar”, dijo, al referirse a la capacidad financiera de la Fundación.

Sostuvo que los dineros provenientes del alquiler que se cobra a los establecimientos comerciales que funcionan en el Parque serán suficientes. Y dejó en claro que no planea cobrar la entrada a los visitantes, como lo temen los habitantes del corregimiento de Pance.

Al responder sobre cómo piensa obtener los nuevos recursos que se requieren para la recuperación del Ecoparque de la Salud, agregó: “Con los amigos, con los vecinos, así sea con la plata de la jubilación, yo soy un romántico, un poeta, un artista soñador”.

Pero estos no son los únicos hechos que generan un manto de duda sobre el contrato que la Gobernación le entregó a la Fundación Ecológica Ambiental Pacha Mama.

Para elegir a la entidad responsable de manejar el mayor espacio ambiental y recreativo de los caleños la Administración Departamental no abrió un concurso público, y ni siquiera hizo una convocatoria que se difundiera abiertamente por los medios de comunicación para pedir postulaciones.

El propio subsecretario de Desarrollo Administrativo del Departamento, Odilmer de Jesús Gutiérrez Serna, dijo en diálogo con El País que “hubo una mala planeación de la Administración” porque “no se abrió una licitación pública, sino que la entidad beneficiada se enteró por terceros de la posibilidad de hacerse al contrato”.

Gutiérrez Serna además admitió que “en el comodato no se establece que la Fundación deba realizar una inversión al iniciar la administración del parque. Debe usar los recursos obtenidos de la administración para realizar las adecuaciones o reparaciones que se requieran”.

En otras palabras, la Gobernación no le hizo ninguna exigencia económica a la Fundación Ecológica Ambiental Pacha Mama para que recupere y mejore el Ecoparque de la Salud.

Pero, además, existen pruebas de que el representante legal de la Fundación hizo parte del proyecto político que este año permitió la elección de Javier Mauricio Delgado Martínez como senador de la República. El mencionado senador es sobrino del gobernador del Valle, Ubeimar Delgado Blandón.

En efecto, el 5 de febrero pasado la diputada conservadora Amanda Ramírez publicó en su perfil de Facebook las fotografías de una reunión política en la que Norberto Raigosa aparece dirigiéndose a un grupo de personas que acompañaban la candidatura del hoy senador Mauricio Delgado.

Vea aquí las fotos de la reunión que la diputada tuvo con el representante de la Fundación Pacha Mama

"Gracias la Fundacion Pachamama, a nuestros amigos Norberto Raigosa, Alexander Raigosa Gutierrez, Luis Gonzalo, por esta agradable reunión en procura del desarrollo social comunitario de los vallecaucanos", cita la diputada en la publicación.

Así las cosas, la entrega en comodato del Ecoparque de la Salud de Pance a una pequeña entidad del norte del Valle que no acredita mayor experiencia ni capacidad operativa y financiera para manejar este importante espacio ambiental, podría ser un ejemplo más de la consabida práctica del pago de favores políticos en nuestro país.

Sin embargo, consultado sobre esta duda, Raigosa dijo a El País que “no tenemos compromisos políticos con nadie”.

Reacciones

Varios diputados de la Asamblea del Valle manifestaron su inconformidad por la entrega de este contrato a una fundación, que según su consideración, no posee el musculo financiero para asumir esta responsabilidad.

El asambleista Luis Orlando Mina criticó que la Gobernación sin realizar una socialización entregara este comodato a una fundación sin ánimo de de lucro.

“Para recuperar el parque se requiere una inversión muy importante desde el lado operativo, y esta fundación es muy probable que no tenga la capacidad para realizar estas obras”, afirmó.

Además agregó que la Administración Departamental no ha entendido que es de su potestad realizar la adecuación del parque ya sea con recursos propios o con la implementación de convenios.

“Vamos a pedir a la subsecretaría administrativa información de ese contrato y si es necesario elevaremos una queja a la Contraloría o a la Procuraduría”, sentenció.

Posición similar manifestó el diputado Ramiro Rivera quien indicó que lo más importante es que “los del comodato garanticen que tienen los recursos para la adecuación y de ahí en adelante si se podría pensar en cobrar una tarifa muy pequeña para continuar con las reparaciones”.

Con todo, hoy por hoy los caleños no tienen ninguna garantía de que el Ecoparque de la Salud del río Pance, su más querido espacio ambiental y recreativo de los caleños, salga del estado de abandono en que permanece.

“La Fundación fue la única que se presentó”: Departamento

El subsecretario de Desarrollo Administrativo del Departamento, Odilmer de Jesús Gutiérrez, explicó que el contrato que fue firmado con la Fundación Ecológica Ambiental Pacha Mama es igual al que tiene hoy la Gobernación con Corpocuencas.

“Se trata de un préstamo de uso por medio del cual la Gobernación aspira, a través de la fundación, se protejan los espacios de protección del río y garanticen la conservación de las zonas verdes y en general, el buen estado de los inmuebles del parque. La idea es garantizar que este espacio de esparcimiento siga al servicio de la comunidad caleña”, aseguró.

Desmintió que el contrato estipule algún tipo de cobro al ingreso al Ecoparque de la Salud. “Eso está prohibido porque la cuenca del río Pance es un bien de uso público. Lo que se puede cobrar son los servicios de los establecimientos comerciales y las zonas de parqueo porque hay vigilancia”, anotó el funcionario.

Gutiérrez informó que la fundación tiene que garantizar una inversión dentro del parque y para ello, agregó el Subsecretario, deben presentar una póliza de garantía de cumplimiento del comodato que tiene un valor de $200 millones, equivalentes al precio máximo comercial de las edificaciones que están dentro del ecoparque: casetas, restaurantes y edificios de administración.

Explicó que la póliza aún no ha sido entregada por la Fundación y que tienen tiempo hasta el 4 de noviembre, fecha en la que les sería entregado el parque.

“Lo ideal habría sido realizar una convocatoria pública, pero nos encontramos con la situación de que el comodato se vencía el 17 de junio y no había tiempo para hacer este proceso. Es cierto que hubo problemas de planeación, pero el Departamento Jurídico dio concepto favorable a hacer el comodato con esta fundación”, afirmó Gutiérrez.

El funcionario dijo que era de todos conocido que la Gobernación estaba buscando una entidad que administrara el parque en reemplazo de Corpocuencas.

Indicó que si la organización no cumple con todas las condiciones estipuladas en el comodato, la Gobernación se reserva la facultad de terminar de manera unilateral el contrato.

El Subsecretario de Desarrollo Administrativo del Departamento aseguró que desconoce que el representante legal de la Fundación Ecológica Ambientaol Pacha Mama, Norberto Raigosa, haya hecho reuniones políticas con la diputada Amanda Ramírez, en las cuales se apoyaba la candidatura del sobrino del Gobernador del Valle al Senado, Mauricio Delgado.

Fuente: EL PAIS CALI

viernes, 17 de octubre de 2014

Al primer bus eléctrico hecho en el país le piden certificado de gases


Exigen documento a pesar de no emitir gases y no le dan matrícula porque no hay categoría para él.

Este prototipo de bus eléctrico, movido por batería y diseñado en Cali, está listo para rodar. Solo falta la matrícula exclusiva para este tipo de carros.

Foto: Santiago Saldarriaga.
Este prototipo de bus eléctrico, movido por batería y diseñado en Cali, está listo para rodar. Solo falta la matrícula exclusiva para este tipo de carros.
En espera del certificado de homologación por parte del Ministerio de Transporte y de la asignación de la placa para poder circular por Cali se encuentra el primer bus eléctrico fabricado en Colombia. Fue concebido, diseñado y construido en la capital del Valle.

Quienes desarrollaron el proyecto hicieron un vehículo a la medida de las necesidades del sistema de transporte masivo que opera en Colombia y en el resto de América Latina.

Sin embargo, la manera en que se sortearon los desafíos tecnológicos contrasta con los retos de entenderse con las instituciones criollas: el bus aún no circula porque necesita la matrícula, y no existe una categoría en la que lo pueda hacer. Además, se le exige lo que a todos los carros, las pruebas de emisión de gases.

Voceros del proyecto le han pedido al Gobierno que les ayude a salvar estos obstáculos.

Mientras tanto, la idea es que antes de la Feria de Cali este prototipo de bus ya esté articulado a la flota del MIO (el sistema de transporte masivo de la ciudad).

Una vez salga la matrícula se podrán comprar los seguros obligatorios y de responsabilidad para ponerlo a rodar por el centro de la ciudad. Se trata de una ruta corta, porque lo que se quiere es tener todo el control sobre él y que los ingenieros tomen todos los datos que produzca este prototipo, como desgaste, costos de operación, tiempo de recargas y ajustes mecánicos.

“Eso nos puede tomar un año en el que las cuatro compañías (que participan en el proyecto) estaremos organizando un paquete de inversión para poder construir cuatro buses más, que es lo que se requiere para poder tener una muestra significativa en uso. Con los ajustes del primero haremos los otros tres vehículos”, dice Diego Mejía, vicepresidente comercial de MAC-Johnson Controls.

“Con los cuatro vehículos funcionando ya tenemos todo lo que se requiere para montar un caso de negocio y poder construir una empresa de ensamble de buses eléctricos. A este proyecto, consideramos nosotros, le faltan tres años más para empezar con la compañía que los fabrique”, agrega Mejía.

Hasta el momento, a este proyecto le han invertido 3,5 millones de dólares. Faltan dos millones de dólares más para llegar a la etapa de industrialización.

En el propósito trabajan Creative Labs, donde diseñaron el sistema; Epsa, el proveedor de energía; Colcha, Colombiana de Chasises; Emcali, la que pone la red; y MAC-Johnson Controls, los de la batería.

Lo que se construyó fue un bus eléctrico de batería intercambiable y recargable. “Ese es el diseño nuestro, único en el mundo”, dice Mejía.

Cada que el bus recorra 80 kilómetros parará para cambiar las baterías. Se diseñó un sistema de cambio que tarda cinco minutos, la mitad de lo que demora el tanqueo de un bus normal.

La batería está hecha con productos 100 por ciento reciclados. Es batería de plomo ácido, y será una batería 100 por ciento reciclable.

“La batería tiene una menor huella de carbono porque no usa elementos de la minería, no recibe nada de la naturaleza, sino que utiliza las mismas baterías viejas. Dura un promedio de cinco años en operación. A los cinco años regresará para ser reciclada y volverá a salir nueva”, dice Mejía.

“Con el sistema de diseño de cambio de baterías automático fue donde estuvo la gran construcción de la idea. Cómo hacer una estación de carga que no tuviera que tener el bus parado; que fueran las baterías las que estuvieran esperando la carga y no el bus, y que el vehículo simplemente haga el cambio y siga”, explica Mejía.

El usuario ni se dará cuenta del cambio porque la maniobra puede darse debajo de la estación, mientras el bus para a dejar pasajeros.

El vehículo tiene un motor eléctrico acoplado a la transmisión, diseñada aquí; tiene unas pilas y una computadora que lee la carga de las baterías, la presión y el peso del bus, y mete la energía que el motor necesita.

Para construir el prototipo necesitaban un motor y acudieron a una compañía de Singapur que no se los vendió porque no creyó que en Colombia construyeran un bus eléctrico, así que tuvieron que trabajar con un motor estadounidense.

Lograron integrarlo a la transmisión y llevar a cabo el primer ensayo; vinieron los ajustes mecánicos y digitales y la construcción de la pieza más compleja: el administrador de baterías.

Este es el ‘cerebro del vehículo’, que cuida la batería y el bus; que está pendiente de que no haya problemas durante el recorrido. El software, los sensores y la integración son invención de ingenieros colombianos.

Lo que falta

“No sabemos si el Gobierno va a apoyar la iniciativa en términos de impuestos, de que el pasaje sea más barato”, dice Diego Mejía. Además, está de por medio la sobretasa al combustible de la que viven muchos municipios. “Es otra filosofía de movilidad. Tiene que haber legislación. Que el usuario entienda que es beneficioso para él. El bus eléctrico no echa humo, no produce ruido y es más económico”, dice Mejía.

El costo estaría entre 300 y 400.000 dólares, similar al del bus convencional.

GLORIA INÉS ARIAS
EL TIEMPO