domingo, 30 de marzo de 2014

ofensiva de las Farc en el Suroccidente colombiano

¿Qué hay detrás de la ofensiva de las Farc en el Suroccidente colombiano?

La reciente cadena de ataques en Cauca y Nariño haría parte de un plan de la guerrilla para conmemorar hechos simbólicos de su “lucha armada” y defender su negocio de narcotráfico.



Marzo 1 del 2008: ‘Raúl Reyes’ es dado de baja por las Fuerzas Militares en un campamento de Ecuador. Marzo 3 del 2008: ‘Iván Ríos’ es asesinado por su jefe de seguridad, alias Rojas. Marzo 26 del 2008: ‘Manuel Marulanda’, máximo jefe de las Farc, muere debido a una complicación cardiaca. Marzo 28: Se celebra el día internacional del derecho de los pueblos a la lucha armada.

Marzo, entonces, no pasa desapercibido para las Farc. Se trata del mes en el que la guerrilla conmemora acontecimientos simbólicos para sus 50 años de historia. Esto -según militares, policías y analistas- explicaría, en parte, por qué en los últimos días el país ha sido testigo de una cadena de ataques del grupo subversivo.

Pero la reciente ofensiva de las Farc no se ha desplegado en todo el país. Esta vez -como muchas otras- sus acciones armadas se han concentrado en un mismo blanco: el Suroccidente.

Aquello que algunos llaman “escalada terrorista” inició el pasado 19 de marzo, cuando fueron hallados muertos en zona rural de Tumaco (Nariño) dos policías, quienes -según las autoridades- fueron secuestrados y asesinados por la columna Daniel Aldana. Solo cuatro días después, una emboscada de guerrilleros del Frente 29 a una patrulla en Guapi (Cauca) dejó un policía muerto y nueve heridos.

El miércoles 26 de marzo continuaron los ataques en Nariño: en zona rural de Iscuandé un atentado con explosivos dejó dos policías muertos y dos heridos, mientras que en Olaya Herrera seis infantes de marina resultaron lesionados en un combate con el Frente 29. Y en Cauca, donde se vivía una aparente calma, la semana pasada regresó la tensión con un hostigamiento de las Farc en Toribío y la instalación de un supuesto carro comba en una vía de Inzá.

Aunque ni para la Fuerza Pública ni para los expertos en conflicto armado es una novedad que las Farc ataquen el Pacífico, el hecho de que esas acciones se ejecutaran de forma continua demostraría que hay un “esfuerzo coordinado” de esta guerrilla para generar noticia en el país.

Según la Fuerza Pública, además de que las Farc conmemoran sus fechas representativas “haciendo terrorismo”, es un hecho que la guerrilla ha puesto en marcha un ‘plan pistola’ contra la Policía, que consiste en encontrar puntos vulnerables de los uniformados, para luego atacarlos. Y es que en los últimos hechos ya cinco policías han sido asesinados.

El mismo comandante de la Regional 4 de la Policía (cubre Valle, Cauca y Nariño), general Ómar Rubiano, sostiene que el grupo subversivo “donde ve una patrulla, lanza una granada”, todo esto para generar golpes de impacto.

Sin embargo, el comandante de la Policía de Nariño, coronel Hugo Marquéz, aclara que la reciente ofensiva de las Farc corresponde solo a acciones terroristas, la mayoría con explosivos, pero no a ataques de gran magnitud. “ Ellos en todo momento están evitando el combate con las tropas”.

En ese sentido, Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), cree que la ofensiva de las Farc en el Suroccidente no debería calificarse como una actividad militar de alto impacto, debido a que los últimos hechos “han demostrado su debilidad militar”.

Pero estén débiles o no, lo cierto es que este mes ha sido evidente el incremento de la actividad armada de la guerrilla en el Pacífico. Así lo confirman las mismas cifras de las Fuerzas Armadas. Según las estadísticas de la Policía del Cauca, por ejemplo, en marzo de este año aumentaron un 30% las acciones de las Farc en el departamento: entre el 1 y el 27 de marzo se contaron 42 hechos, 13 más que en el mismo periodo del 2013.

Y en Nariño también se ha reportado un aumento. Según el Comandante de la Policía de la región, durante este mes se han registrado 20 actividades de la guerrilla, mientras que en marzo del 2013 hubo 12, lo que corresponde a un aumento del 40 %.

Y es que a pesar de que las Farc han sido golpeadas en varias zonas del país, en el Pacífico aún mantienen una fortaleza militar. Incluso, algunos estudios de las organizaciones que analizan la dinámica del conflicto armado señalan que el 60 % de la actividad armada de las Farc se desarrolla en el Suroccidente.

Estas acciones están a cargo del Comando Conjunto de Occidente, hoy llamado ‘Bloque Alfonso Cano’, el cual estaba al mando de ‘Pablo Catatumbo’. Pero tras la llegada de este cabecilla a la mesa de negociación en La Habana (Cuba), asumió el control alias Pacho Chino. De acuerdo con cifras de la Fundación Paz y Reconciliación, esta estructura tiene unos 1600 hombres.

Uno de los grupos más sólidos del ‘Bloque Alfonso Cano’ es el Frente 29, al que las autoridades han responsabilizado de los recientes ataques en los municipios del Pacífico. Esta estructura, comandada por alias Aldemar, contaría con unos 600 guerrilleros.
El punto del narcotráfico

Ese “esfuerzo coordinado” que han desplegado las Farc en el Suroccidente también estaría ligado directamente con las negociaciones de paz en La Habana. Para el analista León Valencia es claro que la guerrilla mueve su operatividad al ritmo de los diálogos.

“Las Farc han sido muy hábiles en eso y no es extraño que ahora, que están en la discusión del punto del narcotráfico, tengan un plan para aumentar sus atentados y mostrar que no están derrotadas”, dice Valencia.
Ni tampoco resulta una coincidencia que dichos ataques ocurran en dos de los departamentos del país con mayor cantidad de cultivos ilícitos: Cauca y Nariño.
Y es que, de acuerdo con estudios de este fenómeno ilegal, el 70 % de la cocaína que se produce en Colombia sale por el Pacífico colombiano. Una cifra que explica por qué la guerrilla mantiene una fuerte presencia en esta zona del país.

Según los datos que maneja el experto en seguridad John Marulanda, la columna Daniel Aldana, que delinque en zona urbana y rural de Tumaco -el municipio del país con más cultivos de coca (5 mil hectáreas)- le entrega cada mes entre $15 mil y $20 mil millones al Estado Mayor de las Farc, producto del narcotráfico.

“Muchas veces la presión de las Fuerzas Militares les impide cumplir esa cuota y por eso ellos aumentan sus ataques, para mantener el control territorial en esa zona, pues hay otros grupos que se pelean el negocio ilegal”, asegura Marulanda.

Tal vez por esa razón la Daniel Aldana es hoy una de las columnas de las Farc con más fortaleza militar. A pesar de que el saliente comandante de la Tercera División del Ejército, general Jorge Alberto Segura, insiste en que este grupo pasó de 300 hombres a 90, debido a la captura y muerte de muchos de sus integrantes (entre ellos alias el Doctor), lo cierto es que hoy sigue generando temor en el Pacífico.

Sin embargo, en lo que sí coinciden varios expertos es en que esta estructura ha sufrido un proceso de “bacriminización”, pues más a allá de defender ideales revolucionarios, se ha dedicado a negociar con carteles del narcotráfico, la mayoría mexicanos.

Según un investigador de la Policía que trabaja en Tumaco, eso explica la sevicia con la que la Daniel Aldana habría asesinado a los dos policías en Tumaco. “Esas tácticas de tortura para matar no son propias de las Farc, sino de otras estructuras a las que la guerrilla está copiando, como los ‘Zetas’”.

Pero sean o no tácticas copiadas de otros grupos, para expertos en seguridad, como Camilo González Posso, el asedio de las Farc en el Suroccidente se mantendrá como parte de la rutina de la guerra. “Mientras se negocie sin un cese al fuego, tanto la Fuerza Pública como las Farc seguirán sus esfuerzos para demostrar que están fuertes”.

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