Las lluvias de los últimos días en Cali han vuelto a encender la alerta por la proliferación de caracoles africanos en varias comunas de la ciudad, razón por la cual el Departamento Administrativo para la Gestión del Medio Ambiente, Dagma, anunció la realización de 110 operativos hasta el final del 2014.
Y es que tan sólo este año, el Dagma ha recolectado 79.430 caracoles africanos, especie que es considerada una de las 100 más dañinas del mundo. Estos animales hospedan un gusano pequeño que es el causante de enfermedades como la meningitis o problemas estomacales.
Según informó la autoridad ambiental, las lluvias provocaron que los moluscos salieran de los escondites en los que estaban por el calor.
“El fuerte verano que ha vivido la ciudad en los últimos meses hizo que los caracoles africanos se enterraran bajo la tierra. Esto es normal, ellos se esconden del calor, pero con la presencia de lluvias y la llegada del invierno estas especies empiezan a salir de donde están y eso es precisamente lo que necesitamos, porque así podemos recolectar un mayor número de estos y erradicarlos de las zonas donde habitan”, explicó el zootecnista Javier Cañas Ángel, del grupo Flora y Fauna Silvestre del Dagma.
Los operativos contra el molusco se concentrarán en las comunas 6, 17, 18,19 y la 20.
De acuerdo con la directora del Dagma, María del Mar Mozo, el objetivo del Dagma es “apoyar a las comunidades más afectadas por la presencia del caracol africano, el cual genera mucho temor entre los caleños. Hay que tener en cuenta que desde el momento en que esta especie fue introducida en el país y en la ciudad, hace cuatro años, el Dagma inició operativos de erradicación en los que participan activamente la comunidad, luego de recibir las capacitaciones en las que aprenden la manera adecuada de recolectarlos”.
“Lo más importante es que la comunidad entienda y conozca cómo se realizan estos controles y participe en los mismos, para que no corran riesgos y sepan cómo actuar mientras el grupo operativo del Dagma llega a atender la situación”, explicó el zootecnista Javier Cañas.
Lluvias traen insectos
Con la llegada del invierno también se ha generado la presencia de cucarrones y hormigas, en diferentes zonas de la ciudad.
Ante esto, el zootecnista Javier Cañas explicó que se trata de una especie de coleópteros (cucarrones) y hormigas reinas vírgenes y machos. En el caso de las hormigas, se encuentran en lo que se conoce como ‘vuelo nupcial’.
“Durante esta época, las hembras buscan los machos para reproducción y cada reina virgen hace todo lo posible por hacer un nuevo nido. Esta actividad natural no debe preocupar a la comunidad. En el caso de los cucarrones, estos se alimentan de hierba, madera u otros insectos muertos, lo que los convierte en limpiadores vitales en el ciclo ecológico, pero no muerden o pican”, explicó el zootecnista.
Agregó que su presencia masiva en la ciudad se debe a la reducción de enemigos naturales de estas especies y a la reducción de agroquímicos en la agricultura rural, lo cual genera un beneficio importante en la vida de estos insectos.
Las lámparas o luces de la ciudad se convierten en trampas para los cucarrones y las hormigas que por estos días vuelan masivamente en la ciudad, ya que se sienten atraídos por las mismas. Para evitar que se entren a las viviendas se pueden usar mallas o anjeos y en caso de que ingresen a las mismas se recomienda usar un palito, sacarlos y dejarlos en una zona verde o prado.
No manipule el caracol africano
*Debido a que la baba del caracol africano trasmite enfermedades, el Dagma le pide a la ciudadanía no manipular el molusco sin la debida protección.
* Mientras llega el grupo operativo del Dagma, las comunidades que requieran recolectar el caracol lo pueden hacer usando guantes de látex (cocina o quirúrgicos), los cuales deben ser desechados una vez los empleé y depositados en una bolsa distinta a la de la basura tradicional. Si se llegan a romper, se debe lavar las manos con abundante agua y jabón y reforzar la limpieza con alcohol.
*Las bolsas para la recolección deben ser de buen calibre y hacerles nudo para evitar que el molusco se salga. Si usa las de supermercado, deben ser triples.
*Después de los operativos, el Dagma dispondrá cal viva con sal en la zona donde están los caracoles, con el fin de inactivar los especímenes y ayudar al manejo de olores de los moluscos. La mezcla también se esparce en el terreno para evitar el desarrollo de posibles huevos, que en ocasiones no se ven con facilidad.
Usted puede reportar la presencia de caracol africano al 350 305 6093 o a la línea 653 0869 del Dagma