La clave para reducir el riesgo de males como éste es mantener lejos a sus vectores. Pautas.
Los mosquitos han sido considerados los animales más letales del mundo. De hecho, encabezan el escalafón con una cifra alarmante: 2 millones de personas mueren cada año a consecuencia de sus picaduras, y más de 700 millones resultan afectadas en todo el mundo durante el mismo periodo.
En esencia, son vectores de agentes que causan enfermedades mortales. Entre los más cercanos están el anofeles, que transmite el parásito de la malaria, y los de la familia 'Aedes', responsables de propagar el dengue, la fiebre amarilla y el actual chikungunya (Lea aquí el 'Abecé de la fiebre del chikungunya'). Un poco más al norte están los 'Culex', que transportan el virus del Nilo, que ataca por temporadas a Estados Unidos y Canadá.
A pesar de su tamaño, distan mucho de ser enemigos pequeños. De ahí que es importante aprender a protegerse de ellos y mantenerlos a raya.
Hay que tener en cuenta que estos bichos habitan por debajo de los 1.800 metros sobre el nivel del mar, es decir, en climas templado y caliente.
Así que cuando se desplace o viva a dichas temperaturas, sin excepción tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
Entienda. Los mosquitos son atraídos por el olor de su cuerpo y por el bióxido de carbono que expulsa al respirar.
Procure retirarse con agua el olor a sudor y evite el uso de perfumes, lociones y colonias.
Hembras. Ellas son las que pican, porque necesitan las proteínas de la sangre para formar sus huevos. Los machos se alimentan de néctar y savia.
Atardecer y amanecer. La luz del sol y el calor les impide a las hembras atacar durante el día. Lo hacen cuando la temperatura baja y los rayos de luz no les llegan directamente, y eso ocurre en las penumbras de la tarde y la madrugada. Esas horas exigen más protección.
Cierre puertas y ventanas. La temperatura más baja del interior de las casas hace que los mosquitos traten de ingresar. Así que las rejillas o anjeos en ventanas y huecos de ventilación son necesarios. De igual forma hay que mantener las puertas cerradas.
Apague la luz. Los mosquitos tienen una atracción especial por la intensidad de la luz de bombillo, lámparas y velas. Apáguelas el mayor tiempo posible.
Ventiladores. Los ventiladores de aspas son de gran ayuda. El aire en movimiento evita que los mosquitos vuelen libremente. Ubíquelos, si no tiene contraindicación, cerca de los niños y de usted.
Mangas largas. La ropa de colores claros, de tejidos gruesos y de mangas largas es necesaria en zonas endémicas.
Recuerde que las picaduras pueden traspasar las prendas; pese a ello, será mejor tener todo el cuerpo cubierto, sobre todo en espacios exteriores. Eso incluye el uso permanente de zapatos y calcetines.
Repelentes. Fíjese bien y prefiera los que contienen DEET (dietil-metilbenzamida) o ácido piperidincarboxílico.
Aplíquelos en capas tenues en su piel y en su ropa cada cinco horas. Eso sí, evite el contacto con los ojos y la boca y si hay lesiones en la piel. A los niños fróteles el repelente con sus manos, no lo aplique directamente.
Naturales. Productos con base en citronella y eucalipto son repelentes naturales, que conviene consumir por periodos cortos, lo mismo que la vitamina B1 (tiamina). Esta, que se toma previamente, se libera por el sudor y cambia el olor natural del cuerpo, lo que engaña a los zancudos.
Toldillos o mosquiteros. Son un elemento vital en las noches, cuando su sola respiración lo convierte en presa fácil de los mosquitos. Asegúrese de que no estén rotos, de que estén bien instalados y de que no dejen espacios descubiertos. De que el entramado impida que se filtren mosquitos pequeños. Revise varias veces antes de usarlos, para que no queden zancudos adentro; aplíqueles repelente una vez en la noche e inspeccione de vez en cuando los toldillos de los niños mientras duermen.
No fumigue usted. Deje esa tarea a los expertos. El uso de insecticidas de manera masiva puede afectar la salud de las personas y de los animales por efectos residuales. Consulte antes de hacerlo. Prefiera los espirales, los equipos electrónicos y otros dispositivos que el mercado ofrece contra los mosquitos. Son más seguros.
Elimine agua estancada. Las larvas crecen rápidamente en el agua limpia de recipientes mal tapados o que reciben aguas lluvias. No deje por más de tres días agua en floreros o bebederos de mascotas. Retire el agua de llantas y canaletas. Lave frecuentemente las paredes de tanques de almacenamiento y manténgalos tapados.
Por último. Ante una picadura no se rasque (utilice antihistamínicos) porque puede sobreinfectar la lesión. Prefiera el calor que el hielo en la zona de la picadura, y si experimenta algún síntoma, como dolor de cabeza, fiebre, malestar o decaimiento, dentro de las tres semanas siguientes a la visita a tierra caliente, o si vive allá, no dude en consultar al médico.
CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ